jueves, 8 de octubre de 2009

La Inmunidad

Hace poco leí en un artículo la siguiente afirmación de un colombófilo: "Durante la época de invierno, no reciben mis palomas absolutamente ningún medicamento. Así espero, desarrollar en ellas una inmunidad natural". Pero yo me pregunto, que se debe decir de esta clase de técnica. Nosotros veremos, que en realidad hay mucha lógica en ella. Pero primero surge la pregunta:

¿Qué es realmente inmunidad?.

En el fondo es la capacidad de un cuerpo vivo, de no tener ninguna enfermedad. Esta capacidad puede ser dada por la naturaleza o adquirida. Natural es por ejemplo, la capacidad de la paloma de resistir el sarampión del hombre o el moquillo del perro. Adicionalmente es importante saber al respecto, que esa inmunidad natural de esas especies, no impide que ellas sean portadoras sanas de agentes causales de enfermedades: uno encuentra el virus de la gripe humana muy frecuentemente, en patos salvajes. Se dice entonces, que dichas especies son un depósito de un virus (en este caso, de la gripe del hombre).

Lo que a nosotros realmente nos interesa, es la inmunidad de nuestras palomas, debido a que naturalmente una inmunidad adquirida por la paloma, es bastante significativa para el colombófilo o colombicultor. Tan pronto un individuo tiene contacto con el germen de una enfermedad, reacciona rápido o inmediatamente.

El microbio (bacteria) o el virus, es atacado sin tardar por los glóbulos blancos de la sangre (leucocitos). Ellos lo encierran, lo acosan para eliminarlo y lo descomponen. Los linfocitos (la glándula de Fabricio en la región anal del ave, es el órgano que los produce) transportan inmunoglobulina, la cual captura los antígenos. Los antígenos son muy específicos, lo que significa que se acoplan con los linfocitos; solo el par Inmonoglobulina-Antigeno, bloquea el agente causal de una enfermedad muy específica.

Desafortunadamente, la capacidad del organismo de desarrollar anticuerpos contra cualquier ataque, es muy diferente. Si el virus de la viruela produce una buena reacción de defensas (la cual incluso puede extenderse durante varios meses), puede ser diferente con otras infecciones. Así por ejemplo, la inmunidad alcanzada después de una gripe, la cual se sabe tiene numerosas causas microbiológicas y parasíticas, así como eventualmente virales, es muy corta, con la posible consecuencia de una recaída.

La Inmunidad Parasitaria es todavía más incierta. En palomares en los cuales se presenta una tricomoniasis crónica, no se ha registrado nunca, que se llegue a una detención espontánea del parásito. Incluso un tratamiento serio y moderno, no evita posibles recaídas. Lo mismo es con gusanos.

Tratamientos médicos regulares, acompañados por desinfecciones térmicas para la eliminación de los huevos, es el medio más efectivo para la eliminación de estos parásitos.

En la práctica es así, que uno puede confiar en una inmunidad adquirida solo para microbios y enfermedades virales. Pero con muchos de ellos, la virulencia del agente causal de la enfermedad, puede poner en peligro la integridad e inclusive, la vida de la paloma. Un contacto con salmonelas (paratifo), es el riesgo más grande que puede perjudicar el futuro del palomar.

Ese riesgo es mucho mayor, a la confianza en una inmunidad natural adquirida. El paratifo es frecuentemente disimulado y secreto, se desarrolla comúnmente lentamente. Infecciones con paratifos terminan usual y repentinamente, con reacciones muy fuertes y después de un tiempo de desarrollo relativamente largo y lento.

Por eso uno tiene que ser muy escéptico, en lo que respecta a una inmunidad natural adquirida. Si uno quiere formar poco a poco una inmunidad contra diferentes enfermedades, entonces aplica una vacuna.

¿Qué es realmente una vacuna?

Se trata de una solución del causante de la enfermedad, la cual según cada caso, contiene agua o aceite. El causante de la enfermedad (microbio o virus) se puede matar con calor (55 grados) o con un antiséptico o con ambos.

El puede hacerse inofensivo también con una técnica especial o ser naturalmente inofensivo (Aislamiento La Sota y Vacuna de la Viruela).

Cuando esta vacuna se inyecta en el cuerpo de la paloma, ocasiona en ella una reacción, la cual conduce a una inmunidad. Se puede vacunar además la paloma, debajo de la piel, en el músculo o en una capa de piel gruesa. Una vacunación es mucho más efectiva, entre más poco haya tenido que luchar ese organismo, contra un germen débil o fuerte para el.

Desafortunadamente no existe ninguna vacuna, que ofrezca una eterna protección. Normalmente la protección de la vacuna no es más larga, que si la misma enfermedad lo hubiera afectado. Por eso uno debe poner atención a promesas, que lo quieren convencer, que una paloma estará protegida para siempre, cuando se vacuna una vez en su juventud.

En determinados casos puede ocurrir, que bajo la protección de una vacuna, una paloma pueda entrar en contacto con el germen virulento de la enfermedad. Hay entonces una "vacunación posterior", la cual prolonga la duración de la protección de la vacuna correspondiente.

Por supuesto uno no tiene que hacer que esto ocurra, es totalmente incierto y el colombófilo o colombicultor no tiene ninguna posibilidad de saber, donde y cuando, ocurre este contacto.

En general, ¿qué podemos concluir? Si uno considera las diferentes y corrientes enfermedades de las palomas, tal cual ellas son, entonces se da cuenta, que la formación de una inmunidad natural, a través del contacto con los agentes causales, naturalmente solo en un rango moderado como un "portador sano", es totalmente insegura.

Esto debido a que el agente causal, no genera una inmunidad utilizable (por ejemplo en enfermedades parasíticas), debido a que la inmunidad que se logra, no es suficiente para detenerlo, sin dejar de ser peligroso o porque dicha inmunidad no es duradera.

Todos los colombófilos o colombicultores saben, que solo un par de cosas tienen que estar mal, para que una muda no transcurra normalmente. No se trata entonces, de que cada uno vaya asustado donde el médico veterinario, para recoger un diagnóstico laborioso y costoso.

Pero cuando ustedes determinen en sus palomas: garganta mucosa, estiércol anormal, mal estado de la pluma, a pesar de acabar de pasar la muda, entonces por favor no se demoren y esperen hasta que se establezca una inmunidad natural, más bien suministren inmediatamente a ellas, el tratamiento médico necesario. Sus palomas se lo retornaran cien veces más.

MARCELO LUCERO

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